Contextuales
21 de Octubre de 2019 | 13:23
Economía

¿Qué causa las malas decisiones financieras?

¿Te has preguntado alguna vez qué genera que algunas personas toman peores decisiones económicas que otras? Lo más probable es que sí y aunque no lo hayas hecho si la pregunta te ha generado curiosidad en este breve artículo hallarás más de una respuesta satisfactoria.

La verdad es que el ámbito de las decisiones humanas es complejo y multifactorial. Son muchas las cosas las que determinan que unas personas actúen de un modo y no de otro y por ello es casi imposible conocer las motivaciones subyacentes del comportamiento de las personas.

Sin embargo, sí que pueden observarse ciertos patronesregularidades, las cuales permiten identificar elementos comunes entre personas que actúan de forma más o menos similar y que obtienen resultados también más o menos parecidos.

La escasa formación en finanzas personales

Un elemento común a quienes toman malas decisiones financieras, aunque suene obvio, es su escasa formación en estos aspectos esenciales para la vida. Una deficiencia en la formación en estas áreas genera un terrible mal a largo plazo y es que impide la formación de hábitos financieros saludables.

Esto genera grandes obstáculos a las personas. Si desde la infancia no se insiste en la importancia del ahorro, de la formulación del presupuesto, del consumo responsable, es muy probable que las personas, al crecer, adopten prácticas y creencias erróneas respecto a cómo administrar su patrimonio.

Es por ello que, posteriormente, presentarán muchas dificultades para mantener el dinero y, más aún, para invertir el mismo en emprendimientos u otras actividades productivas y rentables. En tal sentido, la educación financiera es clave para reducir las malas decisiones económicas de una población.

Un ejemplo: ¿Es malo solicitar préstamos?

Justo por la falta de formación en materia de finanzas las personas reproducen mitos y creencias erróneas respecto a los instrumentos financieros. Uno de los más conocidos y difundidos es la idea de que es pernicioso para la economía de una persona el solicitar préstamos online inmediatos.

Por desconocimiento de la materia, por temor o por ambas cosas a la vez, las personas terminan obviando los claros beneficios de solicitar microcréditos y terminan adoptando verdaderas prácticas anti-económicas y pocos favorables a su desarrollo económico particular.

En estos casos particulares la mala decisión consiste en no solicitar préstamos cuando estos pueden representar el paso necesario para comenzar un emprendimiento, o cuando representan el impulso extra que hace falta para adquirir un bien material de gran importancia como un carro o vivienda.