Contextuales
23 de Enero de 2020 | 14:15
Alimentación, comidas y recetas

Los adultos tenemos derecho a comer pastel

La pastelería, los dulces, las tartas, las galletas… Son chucherías que nos gustan a todos o a casi todos, eso está claro. Se tiene la percepción de que son fundamentalmente los niños quienes más disfrutan aplastando la nariz contra una pastelería industrial de Madrid y quienes más desean hincar el diente a un dulce, pero no es verdad, y los adultos no nos quedamos atrás. Lo que ocurre es que nuestras responsabilidades, y una de ellas tiene que ver con nuestra dieta y nuestra salud, nos conducen progresivamente a reducir el consumo de azúcar, para nuestra desgracia. Aun así, hay momentos en los que podemos disfrutar de ella.

Por ejemplo, las Navidades. Seamos sinceros, lo que menos nos gusta de las Navidades a las personas adultas en realidad es comprar regalos y organizar eventos para familiares, algunos de los cuales nos caen mal. Lo que sí que nos gusta, sin embargo, es comer turrones, mazapán y por supuesto el roscón de Reyes, una tradición de la que solo disfrutamos en España. Por eso, cuando llegan las fechas, se nos empieza a hacer la boca agua imaginando todo lo que compraremos en la fábrica de pasteleríaque queramos visitar. También son unas fechas bonitas para disfrutar de lo artesanal, y en ese sentido no podemos olvidarnos del tronco de Navidad o de las truchas de batata.

Pero las Navidades no son la única fecha en la que los adultos podemos decidir bajar un poco el control sobre nuestra dieta y disfrutar con un buen dulce. En el esperado y especial día de nuestra boda, por ejemplo, seguro que la feliz pareja de recién casados disfrutará de lo lindo con la tarta. Lo mismo puede decirse durante un cumpleaños. Ya cumplamos doce años o treinta y cuatro, si soplamos la velas de una tarta, es ley que también nos comamos esa tarta, disfrutando de ella y sin sentirnos demasiado culpables por ese exceso de azúcar que, normalmente, evitamos. Las pastelerías, por lo tanto, son para niños y adultos, y los segundos solo debemos tener algo de cuidado. Solo se vive una vez.