Contextuales
10 de Febrero de 2021 | 10:14
Accesibilidad

Las salvaescaleras, una inversión necesaria para todos

Las salvaescaleras, aunque sean un elemento ajeno y de poca importancia para cualquier persona sin problemas de movilidad reducida, es un recurso esencial para todas aquellas que necesiten utilizar silla de ruedas o bastón a diario para poder solventar el problema añadido que supone subir y bajar escaleras. Son en esencia, tan importantes como el ascensor, si bien en el imaginario colectivo social los ascensores sí que tienen un lugar destacado, precisamente debido a que lo usa todo el mundo con total independencia de si puede o no recurrir a las escaleras.

No obstante, a día de hoy todavía existen edificios de viviendas, normalmente aquellos que fueron construidos hace décadas y apenas han presentado reformas o modificaciones en su estructura interna, que no disponen de ascensor. Es más, en función de la distribución de esos edificios, los hay también que, aun teniendo un ascensor, es imposible llegar hasta él sin utilizar primero unas escaleras. Por fortuna cada vez es más frecuente ver en este tipo de construcciones sillas salvaescaleras ya instaladas.

Lo que resulta evidente es que estamos ante un mecanismo de desplazamiento vital para muchas personas y, aunque cada vez es más frecuente verlo, todavía es insuficiente. Un motivo de que la instalación de estas sillas vaya tan lenta puede ser el coste; no obstante, si buscamos en internet precios de salvaescaleras, veremos que suele ser una inversión lógica y rentable, siempre muy ligada al modelo de silla y a sus prestaciones. De hecho, también hay muchas maneras de alcanzar el dinero que requiere la compra e instalación de una en un edificio de viviendas, por ejemplo haciendo una colecta vecinal.

Ahora, con la pandemia de la COVID-19 campando a sus anchas, todo el mundo necesita confort y facilidades en su propio hogar. Quienes tenemos la suerte de poder usar escaleras sin dificultad no solemos tener en cuenta que estas sillas forman parte de ese objetivo. Pero, además, en cualquier momento nosotros mismos podríamos tener un accidente, quizá rompernos una pierna, y será entonces cuando valoremos que el mero hecho de subir a casa no sea todo un desafío.