Contextuales
12 de Julio de 2019 | 13:06
Moda y complementos

Las avarcas menorquinas: versatilidad, lujo y tradición

Pensar en la posibilidad de llevar botas o calzado cerrado cuando hace calor es agobiante. De repente, sentimos que sudamos y necesitamos un poco de aire. Por eso, la sensatez dicta que en los meses de calor salgamos a la calle con poca ropa, fresca y clara, lo más holgada posible y, por supuesto, y siguiendo con el ejemplo del calzado, con sandalias abiertas. A muchas personas esa idea no les parece agradable. De alguna manera, asocian la palabra «sandalias» a algo poco elegante, como de andar por casa. Pero nada más lejos de la realidad. Unas sandalias pueden ser elegantes y de buen ver y, para muestra, un botón: las avarcas menorquinas.

Si algo caracteriza a las sandalias propias de la isla de Menorca es que aúnan en un diseño singular los conceptos de historia, lujo y comodidad. Historia, porque la historia de las zapatillas menorquinas se remonta a los tiempos mismos de los romanos, cuando las gentes las usaban en sus batallas contra ellos. Más adelante, el medio rural se apropió de ellas para trabajar las labores del campo. Con el tiempo, su uso fue modificándose y consolidándose con el significado de «patrimonio cultural menorquín», y ahora, es incluso posible comprar avarcas en muchos sitios web especializados en calzado de Menorca. Actualmente, el diseño se ha modernizado y la calidad de los materiales ha mejorado, con lo cual, estamos ante auténticas y elegantes obras de artesanía.

Además, de ellas destaca también su versatilidad. No importa ni el género ni la edad, se puede disfrutar de ellas siendo hombre, mujer o niño. Es fácil imaginarse unas vacaciones en un sofisticado hotel de cinco estrellas, cerca de la costa menorquina y a toda la familia paseando al atardecer con estas preciosas sandalias, tras un largo día en la piscina. Esa es exactamente la virtud de estas históricas sandalias, que demuestran que el patrimonio cultural de una región no se limita a los libros, a las artes o a los grandes monumentos naturales y urbanos. Puede ser algo más práctico, algo que puede usarse cada día y también a todas horas.