Contextuales
16 de Noviembre de 2020 | 14:28
Aislamientos

La importancia de un buen aislamiento térmico

Este año ha sido muchas cosas, pero sin duda todos podemos coincidir en que ha sido la época de revalorizar los espacios interiores seguros. No solo el de la vivienda, sino el del trabajo, ya que todas aquellas personas que trabajan en sectores que no pueden llevarse a cabo mediante el teletrabajo saben lo importante que es disponer de una zona laboral protegida contra el virus. Pero no solo es importante que un local, una oficina o una nave industrial estén convenientemente blindados frente a la pandemia con las medidas de protección básicas necesarias, sino que también deben estarlo en cuestiones como el aislamiento térmico de paredes exteriores.

Muchos trabajos, incluso los más básicos de oficina, tienen que tener especial cuidado con las oscilaciones de temperatura y humedad no solo a la hora de proteger equipamiento informático o productos almacenados, sino también a la hora de proteger a los trabajadores. De hecho, lo último que queremos en una época en la que nos preocupa el contagio, es añadir todavía más preocupaciones. Si el local en el que trabajamos es completamente seguro en todos los aspectos, mucho mejor, ya que entonces podremos gestionar mejor el estrés y la ansiedad.

Por eso son tan fundamentales los materiales térmicos para construcción, que, como su nombre indica, ofrecen protección sobre todo frente a las altas temperaturas. Si ya de por sí el equipo informático de una oficina, es decir, ordenadores o impresoras, condensan mucho calor, la cosa es todavía más complicada cuando se utiliza maquinaria pesada industrial. Es entonces cuando la probabilidad de accidente laboral aumenta, al menos si no contamos con la adecuada instalación de bloques térmicos para construcción. Su uso no es que sea recomendable, sino que debería ser obligatorio a la hora de construir y reformar espacios de trabajo industriales de cualquier tipo.

Todos sabemos que tarde o temprano las cosas volverán a la normalidad, que las mascarillas y los geles desinfectantes dejarán de ser necesarios y la distancia social no será una cuestión de salud. Pero hay algo que seguirá siendo esencial: los espacios laborales realmente seguros para los trabajadores.