Contextuales
17 de Diciembre de 2021 | 11:14
Agricultura

Jardinería ecológica y cuidado del medioambiente

Cada vez nos sumamos más y con más fuerza al discurso ecologista. No nos queda otra opción, ya que, lo neguemos o no, la emergencia climática calienta el planeta cada año un poco más. La progresión lenta pero inexorable puede parecer invisible a corto plazo, pero a largo plazo veremos su peor cara y sus estragos más terribles. Todo ello mientras las grandes industrias siguen produciendo plásticos y contaminando con sus industrias nocivas. Así, la fauna perece y los árboles, las flores y las plantas mueren cada día un poco más. Quizá el problema, al menos en parte, sea que muchas personas urbanas hemos perdido el contacto directo con la naturaleza.

Pero hay muchas maneras de recuperarlo, y no todas tienen que ver con hacer senderismo o un pícnic en un bosque. Algo tan simple como visitar la tienda de jardinería del barrio y comprar semillas para plantarlas en casa, y con ella las macetas y los fertilizantes ecológicos pertinentes, ya nos permite entender lo bonito que es que la naturaleza florezca, que las cosas verdes crezcan. Si no tenemos ganas de ponernos la mascarilla y exponernos a un contagio, esa búsqueda, y la compra posterior de herramientas y utensilios, también podemos hacerla a través de internet, donde no faltará ninguna clase de abono orgánico ecológico.

La palabra «ecológico», como no podía ser de otra manera, es la clave de todo el proceso. Y es que los procesos capitalistas de producción están tan enquistados debajo de nuestra piel colectiva que los introducimos incluso en el ámbito del florecimiento de especies varias de flores y de plantas. Tanto es así que hemos normalizado el uso de pesticidas y productos químicos nocivos en la agricultura y el urbanismo de jardines y parques de ciudad, entre otros ámbitos.

Por todo ello, si queremos plantar en casa motivados por un sentimiento de protección del planeta, es moralmente obligatorio adquirir abono ecológico. Cualquier otra opción es insostenible desde el punto de vista de la ética personal y, por supuesto, desde la perspectiva del equilibrio medioambiental. Reconectar con la naturaleza de verdad debe implicar conciencia y responsabilidad.