Contextuales
5 de Marzo de 2021 | 10:13
Alimentación, comidas y recetas

Disfrutar de una pastelería durante un confinamiento

Estamos acostumbrados a adquirir tartas o pasteles en momentos clave de nuestra vida o de las vidas de otras personas. Por ejemplo, la celebración de un cumpleaños, una despedida de soltera o la fiesta de la primera comunión de nuestro hijo o nuestra hija. Sin embargo, entre las numerosas restricciones que ahora se imponen debido a la pandemia del coronavirus, todas ellas lógicas y razonables porque están destinadas a prevenir contagios y cuidar el sistema sanitario y nuestra propia salud, se encuentra la prohibición, explícita o no, de celebrar fiestas y otros eventos multitudinarios. Eso, o reducirlo todo a un grupo de personas muy concretas.

Esto significa que, como es natural, desde marzo del año pasado apenas se celebran fiestas de cualquier tipo, y eso afecta de manera directa a la cantidad de tartas y pasteles que se encargan a una pastelería industrial de Madrid o de cualquier otro pueblo o ciudad. Pero ¿realmente debemos renunciar al capricho de disfrutar de un delicioso dulce solo porque no tenemos una excusa social o tradicional para ello? En realidad, y con el fin de mejorar nuestro estado de ánimo, debemos ser conscientes de una realidad: que no podamos hacer lo que no hacíamos antes no significa que no podamos encontrar nuevas vías y hacerlo, o de hacer algo similar.

Esto significa que, en algún momento, podemos darnos el capricho de encargar en una fábrica de pastelería cualquiera una tarta de cumpleaños, si queremos. Podemos disfrutarla en familia o con las personas con las que vivimos, que también pueden ser nuestros compañeros de piso. También podemos hacer una videollamada, crear algo parecido a «el día de la tarta», y que cada persona compre la suya y la disfrute en la distancia.

En fin, es una idea de muchas, pero la idea subyacente es la misma: aun en época de pandemia, podemos hallar la manera de recuperar algo de lo que hemos perdido. Si ya lo hicimos con los roscones de Reyes en Navidad, podemos hacerlo con todo. Algo tan simple hará que nuestra salud mental mejore y que nos sintamos algo más felices.