Coworking: origen y consejos para su rentabilidad

Mucha gente habla del coworking en el día a día, pero pocos podrían decir su origen exacto. Así pues, muchas personas se quedan en lo meramente lingüístico y deducen que proviene de algún país extranjero de habla inglesa. No van del todo desencaminados al pensar eso, ya que es cierto, pero bien es cierto también, que es imperativo conocer una dinámica que tanto ha servido desde su creación hasta la actualidad a tantas personas y a tantos proyectos que parecían no tener final, o posibilidades reales de poner en marcha.

El coworking vio la luz en Estados Unidos, concretamente en San Francisco, en el año 2005. Este se fue extendiendo, poco a poco, por diferentes regiones de América y hasta incluso más allá del mar. Pero, no es hasta hace unos pocos años, cuando se comenzó a hablar de esta tendencia en España y en comunidades como Canarias. Así pues, pocos lugares de Canarias, hasta hace muy poco, tenían locales para dichas tareas, pero actualmente el alquiler de oficinas en Vecindario se ha convertido en uno de los grandes activos de la economía del municipio, pues mucha gente ha decidido alejarse de las grandes zonas capitalinas, donde el ruido y los alquileres son demasiado altos, teniendo en cuenta la situación económica del país.

Es más, basándonos en los datos estadísticos de distintos estudios, el coworking ha crecido en el año 2018 casi un 20%, porcentaje que va aumentando progresivamente en el presente año, lo que hace que los coworking de Vecindario, muchas veces se vean sin plazas, dada la gran demanda que tienen. Pero no todos los coworking son iguales, ni ofrecen los mismos servicios y, por ende, no son igual de rentables. Por lo tanto, ¿qué debe ofrecer un lugar tan demandado como éste para que tenga éxito?

Variedad de ofertas: las personas saben apreciar la variedad, por lo que si contemplan la posibilidad de alquilar tanto una oficina privada como una compartida, gozarán de muy buena consideración y aceptación por parte de los usuarios. Y si también se ofrecen salas de reuniones, es un servicio añadido que le suma valor.

Incentivar la habitabilidad: colocar instalaciones dentro de los coworking que fomenten la interacción y la comodidad, hace que los clientes se sientan como en su propia casa, lo que contribuye a mejorar la experiencia.

Mostrar formas de crecimiento: realizar cursos en las propias oficinas también suma un punto positivo; es una forma de fomentar el crecimiento y la creación de nuevos proyectos, rodeados de personas con ideas variadas y diferentes.

Estas y otras razones son seguidas por los coworking de Vecindario, de ahí su indiscutible exito en este sector.

¿Y tú? ¿A qué esperas para crear?