Comprar y decorar una vivienda sin ahorros
Por mucho que detrás de muchas de nuestras acciones haya una pretensión práctica y funcional, lo cierto es que todo lo que compramos, todo lo que adquirimos para que sea totalmente nuestro, también es una pieza fundamental de nuestra identidad y refleja nuestro carácter, en general a través de un reflejo de nuestros gustos básicos. Incluso en el uso de las mascarillas de tela o quirúrgicas, obligatorias para sobrevivir a estos días sobrios de pandemia global, lo vemos: el color que elegimos, el diseño, todo. No es lo único, sin embargo, también sucede si nos compramos ropa o una casa. Aunque nadie duda de que, hoy en día, eso último es más difícil.
Si ansiamos tener nuestra propia casa, aunque solo sea un piso modesto, para eventualmente reformarlo y modificarlo a nuestro gusto y convertirlo en un hogar con identidad propia y a perpetuidad, en la actualidad es muy complicado si no se dispone de ahorros previos. Sin embargo, en esos casos sí que existe la posibilidad de contar con ayuda de profesionales que nos asesorarán en materia de comprar una vivienda sin ahorros. ¿Es difícil? Desde luego, requiere un extra de esfuerzo emocional y psicológico en cumplimentación documental y análisis de nuestra situación económica o tributaria. ¿Es imposible? Con ayuda de los intermediarios adecuados, en absoluto.
Porque tal vez a nosotros se nos escapen lo entresijos de las deudas bancarias y sus soluciones, pero a los profesionales especializados no. Ellos saben, por ejemplo, que tenemos la opción de acceder si lo necesitamos a una refinanciación de la deuda, que nos permitirá analizar y estudiar de nuevo nuestras cláusulas y nuestro contexto financiero para encontrar un plan de acción mejor que el actual.
También saben que podemos acogernos a la modalidad de las hipotecas al 120 por ciento, que, si bien es una solución que hay que contemplar con prudencia, puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos vitales en materia de compra de vivienda. En conclusión, si sabemos ser pacientes y perseverantes, pero sobre todo si sabemos delegar en personas realmente expertas, comprarnos una casa y personalizarla no es en absoluto un sueño imposible.