Contextuales
16 de Noviembre de 2020 | 12:52
Industria

Comprar armarios de forma segura en pandemia

En los tiempos de pandemia que corren, cada vez nos cuesta más solicitar servicios a domicilio o adquirir productos por el simple miedo a un contagio. Si compramos cosas, tenemos ya en la cabeza la idea de desinfectarlas en cuanto lleguen a casa; y si nos la trae alguna persona, queremos que la empresa cumpla con sus trabajadores todas las medidas de seguridad posibles, es decir, la distancia social y la mascarilla. Sin embargo, hoy en día no tenemos que tener tanto miedo con eso, porque los negocios han sabido adaptarse a esta nueva normalidad de una manera muy eficiente y segura. De hecho, podemos comprar armarios a medida sin miedo en cualquier tienda de muebles.

La realidad de la situación actual es que la vida no se detiene. Si la necesidad obliga, tendremos que mudarnos y reformar nuestro hogar, y poco podemos hacer para posponer algo así si hay causas de fuerza mayor de por medio. Por ejemplo, algo tan simple como instalar armarios empotrados porque no somos capaces de gestionar un espacio en metros cuadrados muy reducido y tenemos que guardar demasiadas cosas de las que no podemos deshacernos, es algo que requiere acciones inmediatas; es decir, contactar con una tienda, comprarnos uno y que nos lo traigan a casa.

Como ya hemos dicho, no debemos tener ningún miedo con eso, ya que hay tiendas de mobiliario cuyos trabajadores usan la mascarilla todo el tiempo en casa ajena, así como desinfección de manos con gel hidroalcohólico antes de cargar las cajas de los armarios a medida que hayamos comprado. Una vez superado el miedo al contagio inminente porque hemos constatado que todas las medidas de seguridad son las adecuadas, nos daremos cuenta de que hemos tomado la mejor decisión posible.

A fin de cuentas, hay muchos muebles que no son estrictamente necesarios en una vivienda y que pueden esperar, pero el mencionado es siempre esencial para organizar nuestros utensilios, nuestra ropa, los complementos, etc. Sin duda, tranquiliza saber que, a pesar de que todavía no hay solución a la crisis del COVID-19, la vida cotidiana se ha adaptado a ella.